Victoria Guerrero, todo un hallazgo en este recital. Siempre perfectamente atenta a la voz, ha descrito con frescura y precisión el carácter de cada obra. Especialmente Beethoven y Strauss. Ha demostrado una gran delicadeza y generosidad en el acompañamiento.
Contar con Victoria Guerrero como pianista fue un auténtico lujo pues no solo ejecutó con precisión algunas piezas de indudable dificultad rítmica, como en el caso de Gerhard, sino que exhibió un bello sonido, respiró con el cantante en todo momento y supo adaptarse a la ligeramente resonante acústica de la sala.